08 enero 2009

Transformar el plomo en oro

Estaba el lunes pensando qué pedir a los Reyes Magos y resulta que ya lo había pedido antes un señor por mí
Que el maquillaje no altere tu risa, que el equipaje no lastre tus alas,
que el calendario no venga con prisas, que el diccionario detenga las balas.
Que las persianas corrijan la aurora, que gane el quiero la guerra del puedo,
que los que esperan no cuenten las horas, que los que matan se mueran de miedo.
Que el fin del mundo te pille bailando, que el escenario te tiña las canas,
que nunca sepas ni cómo ni cuándo, ni ciento volando, ni ayer ni mañana.
Que el corazón no se pase de moda, que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de boda, que no se ponga la luna de miel.
Que las verdades no tengan complejos, que las mentiras parezcan mentira,
que no te den la razón los espejos, que te aproveche mirar lo que miras.
Que se divorcie de ti el desamparo, que cada cena sea tu última cena,
que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena.
Que no te compren por menos de nada, que no te vendan amor sin espinas,
que no te duerman con cuentos de hadas, que no te cierren el bar de la esquina.


Y que dejen de matar de una puñetera vez. Suerte Gaza

1 comentario:

Anónimo dijo...

Joder, 15,000 visitas ya
Quién lo diría...

Congrats